Doblando la esquina

Gótico y flores.

Es una mañana cualquiera en cualquiera de las ciudades gallegas. Caminando por la calle, al doblar cualquier esquina, te tropiezas con un espectáculo que tú encuentras insólito: la piedra casi milenaria de unos arcos góticos junto a la frescura olorosa, tierna y colorida de unas flores. Una imagen del día a día, convivencia natural desde siempre: lo que no cambia, y lo que cambia solo en unas horas. El más puro estilo de vida gallego.